¿Propinas al SAT? Empresarios del sector turístico ven vacíos en nueva ley
Preocupa que se pueda regular como ingreso fiscal, y que solo tenga un fin recaudatorio
5/14/20252 min read


El sector restaurantero enfrenta incertidumbre ante la propuesta de una nueva Ley de Propinas, que plantea cambios significativos en el manejo de estos ingresos dentro del sector de servicios.
El empresario restaurantero, Pablo Reyna Quiroga, señaló que aún no está claro si los establecimientos deberán realizar una retención fiscal a los trabajadores por las propinas recibidas a través de terminales bancarias.
“Existe una controversia sobre quién debe declarar esas propinas, especialmente si se pretende que se integren al salario. Pero hay que considerar que no se trata de un ingreso proporcionado por el patrón, sino de una gratificación voluntaria que ofrece el comensal”, explicó.
En Tamaulipas hay 43 mil 758 personas que trabajan en el sector turístico, ya sea como meseros, personal de hoteles, agencias de viajes, y empresas de servicios enfocados al turismo.
Todos ellos son sujetos a recibir propinas y muchas veces tienen un salario por debajo del mínimo, ahora esta ley obliga a sus patrones a pagarles al menos el salario mínimo y respetar sus propinas.
Reyna Quiroga indicó que otro de los problemas radica en cómo se regulan y redistribuyen las propinas entre el personal, ya que no todos son meseros y cada establecimiento tiene políticas distintas: en algunos casos, la propina se divide en partes iguales; en otros, solo el mesero que atiende directamente al cliente la recibe.
“El debate principal es que se quiere integrar la propina al salario, pero al no ser una aportación del patrón, resulta complicado. Otra propuesta es regularlas para que no se entreguen en efectivo”, comentó.
Actualmente, muchas terminales de punto de venta ya incluyen una opción para agregar propina, lo cual podría facilitar su regulación. Sin embargo, la incertidumbre persiste respecto a si el trabajador deberá pagar impuestos por los montos recibidos por esta vía.
El empresario recordó que la propina no es obligatoria y depende del criterio del cliente, por lo que regularla como ingreso fiscal podría afectar directamente a los trabajadores.
“Donde no haya operaciones claras, lo más probable es que el restaurante termine absorbiendo ese monto. Para que el trabajador lo reciba, tendrá que ser a través de la terminal bancaria o mediante facturación a nombre del patrón, lo cual implicaría que ese ingreso esté sujeto al Impuesto Sobre la Renta (ISR)”, advirtió.
Reyna Quiroga estimó que esta medida podría generar inconformidad, especialmente entre trabajadores de menores ingresos, ya que no representa un beneficio real y podría reducir sus percepciones netas.
“Todo dependerá de las reglas de operación. A veces las propinas se colocan en un bote común que se reparte entre meseros y personal de cocina, pero cada restaurante tiene su dinámica”, explicó.
Normalmente, los clientes dejan entre el 10% y el 20% del consumo como propina, ya sea en efectivo o mediante cargo a tarjeta de crédito o débito.
Finalmente, el empresario expresó preocupación sobre si esta medida tiene un fin recaudatorio. “No debería buscarse un nuevo impuesto, porque el salario ya está gravado. Gravar también las propinas sería un golpe adicional para los trabajadores”, concluyó.